Marca personal
Marketing empresarial,  Ventas

Marca personal detrás de tu marca de negocio

La marca personal es algo que hoy en día mucha gente descuida, y al fin y al cabo es la imagen que estás dando sobre ti, tu negocio, lo que vendes… es un TODO.

Hoy he decidido escribir sobre este tema porque aunque soy consciente de la carencia de seriedad que existe en el mundo en general, cada vez veo más casos de poca formalidad en el mundo laboral, de negocios y venta.

A la mayoría de la gente le da igual, ya sean empresarios o no, pero me resulta algo extraordinariamente sorprendente ver como un empresario puede ser capaz de dejar que su reputación se estropee.

Marcapersonal - Marca personal detrás de tu marca de negocio

La marca personal va unida a la marca de negocio y si no sabes lidiar con las personas de tu alrededor con el mínimo de empatía, date por negocio hundido.

Aquí algunos consejos BÁSICOS para aquellos que no se han parado a pensarlo:

1.- Cuida tu imagen personal para que tu marca de negocio no se vea afectada

Por suerte o por desgracia la imagen personal es algo muy importante en el mundo de las ventas. La primera impresión es la que suele contar para la mayoría de seres humanos, y a veces puede resultar complicado cambiarla.

En cuanto a imagen personal no me refiero solamente a ir arreglado y cuidar la higiene, ya que es algo obvio, sino a encontrarse en un buen estado físico. Esto indicará que somos personas enérgicas y que nos respetamos a nosotros mismos. Además de proporcionarnos mayor seguridad.

2.- Que sea coherente lo que dices con lo que haces

No hay nada peor que trabajar o hacer negocios con alguien que no es coherente con las cosas que dice y luego hace. Esto demuestra que vas perdido, que eres una persona que no tiene las cosas claras, lo que indicará que no se puede confiar en ti.

3.- Cumple con los mínimos protocolarios laborales o de negocios

De nada servirá que seas educado y con buena presencia o que parezcas muy formal o coherente si no cumples ni si quiera con los mínimos establecidos en relaciones sociales y adquiridos por costumbres.

No contestar varias llamadas, no contestar a mensajes, no pagar cuando es debido una factura… son algunos de los mínimos protocolarios que se deben cumplir. Si no lo haces se correrá la voz, y un día te darás cuenta que el único responsable de tu fracaso eres tú.

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